Hoy en día la vida y los acontecimientos que suceden en nuestra experiencia nos muestran como no estamos preparados para afrontar situaciones complejas, difíciles e incluso traumáticas. Esto nos muestra claramente de la importancia de ser conocedores de nuestro mundo interno para saber cómo manejar y gestionar las distintas situaciones que ocurren a nuestro alrededor.
En las distintas conversaciones que mantengo, muchas son las personas que creen que se conocen, que afirman que tienen mucha experiencia de vida, incluso que ya tienen una edad, haciendo alusión a las frases “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, o “Cuando tú vas, yo he vuelto una y otra vez”. Ante esto, yo guardo silencio, asiento y reflexiono preguntándome; Y si ésta persona se conoce, ¿Por qué se le repiten las mismas experiencias una y otra vez? ¿Por qué está constantemente preocupada? ¿Por qué la veo inquieta, intranquila?, ¿Por qué no me trasmite paz?, y lo más importante… ¿Por qué con todo lo que sabe y ha vivido, aún no es feliz?
Todo esto me lleva a la conclusión personal y profesional de que nos da miedo conocernos porque no sabemos lo que nos vamos a encontrar dentro de nosotros, porque no sabemos qué hacer con eso que nos vamos a topar y cómo enfrentarnos a ello. Es importante destacar que nadie nos ha enseñado a mirar en el único lugar donde nunca hemos mirado antes; dentro.
¿Y si en lugar de seguir negando lo evidente, nos abriésemos a una nueva posibilidad? Ya sabemos que nuestro plan no funciona, ya sabemos que por ahí no es, ya sabemos que no vivimos como nos gustaría vivir, y no me refiero a lo material o externo. Entonces, ¿Hasta cuándo vamos a seguir negando lo innegable? ¿Queremos que nuestra vida siga siendo una reiteración de sucesos repetidos?
Yo creo, desde mi punto de vista y experiencia, que merecemos darnos la oportunidad de descubrir qué hay dentro de nosotros que aún no conocemos, ese “algo” nos espera impaciente para que nos miremos y sanemos nuestras heridas. Para por fin, descubrir la grandeza y la belleza que habita dentro de nosotros. Pero para ello, tendremos que enfrentarnos a nuestras tinieblas, a nuestros dragones, a nuestra sombra. Pero tranquilo/a, yo ya he pasado y sigo pasando por ese lugar, y no es tan terrorífico como nos cuenta nuestra mente. Así que, si estás dispuesto a descubrirlo, estaré encantado de acompañarte a conocerte para que sepas quien eres realmente y para qué estás aquí.
Te dejo con estas dos preguntas para que reflexiones sobre la importancia de empezar a encontrarte contigo mismo desde un lugar llamado Honestidad y Amor.
¿Si no sabes cómo vives y qué ocurre en tu interior…, cómo puedes alcanzar lo que te propones?
Si desconoces con precisión y exactitud cuáles son tus fortalezas y debilidades… ¿Cómo sabes que tienes que cambiar o qué debes mejorar?